Tomado de Diario Vasco.
'La masonería en persona(s)' es el título de una obra muy novedosa. Por primera vez, veinte personas pertenecientes a la masonería, y de diferentes obediencias (agrupaciones), cuentan en primera persona por qué llamaron a la puerta de la logia. El libro, editado por masonica.es, se presentó ayer en el centro KM de San Sebastián.
La idea inicial fue de Javier Otaola, una de las grandes referencias de la masonería en Euskadi. Abogado y escritor de novelas policíacas, actualmente es Síndico del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, un cargo similar al del Defensor del Pueblo. Introducido en la masonería desde joven, llegó a ser Gran Maestro de la Gran Logia Sinbólica Española.
Otaola propuso a los masones que conocía responder a un cuestionario sobre las razones por las que decidieron acercarse a la logia. «Los encuestados pertenecen a tres obediencias, la mayor parte a la mía. Yo creo que el libro ofrece una manera distinta de acercarse a la masonería. Distinta y directa», ha declarado.
Otaola ha sido ayudado en la tarea por Valentín Díaz, periodista prejubilado de Televisión Española y masón desde hace cinco años, cuando era corresponsal en Moscú. «El cuestionario de Otaola constaba de 66 preguntas. Yo me he encargado de dar forma de relato unitario a las respuestas. Estamos contentos: veinte personas son una muestra sociológica bastante buena. No hay muchas mujeres entre estos veinte miembros, porque la masonería hoy en día todavía es mayoritariamente masculina».
Han contado su experiencia tres mujeres: Ana Morató (dirigente socialista catalana), Ascensión Tejerina (asesora fiscal resinte en Andalucía) y Maria Àngels Prats (abogada y dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya).
En cuanto a los masones vascos, además de Otaola aporta su testimonio Iñaki Zuloaga, fundador de la empresa eibarresa Teknimak, del sector de la máquina herramienta, afiliado al PNV e hijo de un dirigente jeltzale que fue quien organizó el primer encuentro entre ese partido y el rey Juan Carlos, una reunión que se llevó a cabo en Candanchú.